A principios de 2025, una brusca congelación de las subvenciones federales sacudió el sector de las organizaciones sin ánimo de lucro, trastocando planes cuidadosamente trazados, fracturando la confianza entre los socios y obligando a las organizaciones a luchar por la estabilidad. Para muchas organizaciones sin ánimo de lucro, estos fondos son su salvavidas; cuando desaparecen, los programas se paralizan, el personal se enfrenta a la incertidumbre y el impacto de la misión se reduce.
Una organización atrapada de lleno en esa tormenta fue Moonshot, una incubadora sin ánimo de lucro del norte de Arizona. Su iniciativa, ya aprobada y en marcha, se vio de repente en peligro. Como explicó Scott Hathcock, Presidente y Director General de Moonshot:
"Cuando recibes la aprobación de la subvención, debes pasar muy rápidamente de la ideación a la acción: gastar dinero en herramientas de programación, personal y marketing para que la subvención tenga éxito. Siempre es un acto de fe, pero nunca antes ese acto se había puesto a prueba como a principios de 2025".
Aunque la subvención congelada fue finalmente desbloqueada y Moonshot pudo desplegar su iniciativa, la experiencia dejó un mensaje claro: su resistencia financiera era demasiado frágil. La organización necesitaba una barrera más sólida contra la volatilidad de la financiación.
Fue entonces cuando intervino Growth Partners Arizona (GPAZ).
Capital de confianza en acción
GPAZ, en colaboración con MetaFund (una CDFI con sede en Oklahoma), puso en marcha lo que se convirtió en el primer préstamo sin ánimo de lucro de GPAZ en el norte de Arizona, un paso audaz en una región donde el acceso de las organizaciones sin ánimo de lucro a capital flexible y alineado con su misión ha sido escaso. Pero no se trataba sólo de un préstamo puente: era una declaración de confianza.
"Podemos seguir invirtiendo en nuestros programas para 2026 sin temor a las incertidumbres de tesorería ligadas a los plazos de las donaciones de empresas y los pagos de subvenciones", señaló Hathcock.
Esta aportación permitió a Moonshot mantener el impulso, cumplir sus compromisos y preservar la confianza de sus grupos de interés, incluso en medio de turbulencias fiscales.
Un pivote estratégico estatal para GPAZ
El préstamo Moonshot es más que un acuerdo; es un punto de inflexión para la visión de GPAZ. Con este paso, la organización ha extendido los préstamos sin ánimo de lucro a las tres regiones clave de Arizona -sur, centro y norte-, consolidando su papel como motor estatal de capital orientado a la misión.
"Este préstamo es más que un puente para Moonshot, es un símbolo de lo que ocurre cuando las CDFI se unen para respaldar a las organizaciones que mantienen unidas a nuestras comunidades", ha declarado Andre T. Whittington, Director Ejecutivo de GPAZ.
"Nos enorgullece decir que ya hemos invertido tanto en organizaciones sin ánimo de lucro como en pequeñas empresas de todas las regiones del Estado, y no hemos hecho más que empezar."
El respaldo estratégico de MetaFund amplió el alcance de la operación:
"Al asociarnos con GPAZ, ampliamos el alcance de nuestro objetivo de garantizar que el capital fluya hacia las organizaciones de base comunitaria que están resolviendo problemas reales cada día" , ha declarado Sarah Reed, Directora General de MetaFund.
"Este es el poder colectivo de las CDFI en acción, respondiendo a las necesidades con valentía, creatividad y comunidad."
Esta inversión colaborativa constituye un modelo de cómo los prestamistas con arraigo regional pueden aunar recursos, compartir riesgos y desplegar capital allí donde raramente está disponible.
El efecto dominó
Para Moonshot, el préstamo significa mucho más que dólares: significa estabilidad, confianza y continuidad. Los programas pueden seguir adelante sin esperar (o preocuparse) por retrasos en los pagos.
Para el norte de Arizona, es señal de un creciente ecosistema de apoyo a las organizaciones sin ánimo de lucro, una región que lleva mucho tiempo rezagada en el acceso a capital flexible.
Para GPAZ y sus socios, el éxito de la transacción escribe el capítulo inicial de un movimiento más amplio: capital para las organizaciones que sustentan el futuro de Arizona, que da prioridad a la comunidad y al impacto.
Dado que el entorno de las subvenciones sigue siendo volátil, la resistencia del sector dependerá cada vez más del capital basado en la confianza, la estrategia financiera interna y las asociaciones regionales catalizadoras. Este acuerdo es un ejemplo concreto de lo que es posible cuando el capital se une con valentía a la misión en el norte de Arizona.
Un préstamo. Tres regiones. Innumerables posibilidades.
